PROGRAMA DE INVESTIGACIÓN SOBRE AUTISMO
Organizado por:
CID San Luis del IOM2
Auspiciado por: Antena de San Luis del Observatorio sobre políticas de autismo
Coordinadores:
Norma Alicia Sierra – María Carina Magallán
Fecha de inicio:
Sábado 19 de agosto de 2017
Destinado a:
Participantes del IOM e integrantes de la Antena San Luis del Observatorio sobre políticas del autismo
Argumento:
En la actualidad hay distintos abordajes del autismo. El psicoanálisis de orientación lacaniana considera la estructura autísitica y al sujeto autista en sus particularidades, el modo único de cada sujeto de relacionarse con el lenguaje, con su propio cuerpo, con los otros, con los objetos, con el mundo. La mirada clínica en la que el respeto por la singularidad y la presencia de subjetividad distingue al abordaje psicoanalítico de los demás.
¿Qué distingue el autismo de la psicosis?
En el discurso de la psiquiatría contemporánea del DSM, el concepto de psicosis se disuelve prácticamente en los trastornos esquizofrénicos, en los cuales nunca faltan las alucinaciones y delirios en algún momento de la enfermedad. Por el contrario, a partir de 1970, estudios mostraron que raramente los autistas presentan delirios y alucinaciones, a partir de lo cual «el autismo deja de ser una psicosis en el campo conceptual en el que su identificación se hacía a partir de signos clínicos que conducían a llevarlo hacia la locura»[ Maleval, J.C. (2017). ¿Por qué la hipótesis de una estructura autística? en Estudios sobre autismo II. Pág. 55. Grama. Buenos Aires.] (Maleval, 2017: 55).
Eric Laurent indica que el cálculo del lenguaje hacia el que se entregan los autistas aparece completamente separado del cuerpo, a diferencia de la psicosis, en las que el delirio pone más o menos en juego lo imaginario del cuerpo, de lo cual Schreber testimonia especialmente cuando la palabra de Dios atraviesa su cuerpo produciendo todo tipo de efectos, cuerpo que no cesó de ser objeto de milagros divinos. En el autismo en cambio, el sujeto no da cuenta de una acción exterior ejercida sobre su cuerpo.
Identificar un delirio tiene algunas exigencias: una iniciativa que viene del exterior, la localización de perseguidores, una cierta lógica evolutiva, etc. Esto tampoco se presenta en el autismo. No obstante, señala Maleval, la discusión podría extenderse largamente pues no existe ninguna manera de definir con precisión lo que es un delirio. A su vez, la característica más evidente de la psicosis, la presencia de alucinaciones verbales, no se presentan en el autismo.
Sin embargo, sí presentan en común, trastornos de la identidad, del curso del pensamiento y fenómenos de deslocalización del goce, por lo cual durante mucho tiempo no se diferenciaban totalmente la clínica del autismo de la clínica de la psicosis. «La esquizofrenia de Bleuler sirve de referencia a Kanner y Asperger cuando aíslan el síndrome autístico… ambos buscan en el vocabulario de Bleuler el término con el que los dos nombran su descubrimiento sin estar coordinados y sin conocer sus trabajos. De entrada se impone ampliamente la aproximación, el trabajo de diferenciación es más complejo.»[ Ídem, pág. 59] Sin embargo, en la actualidad de la clínica psiquiátrica se considera que si bien autismo y esquizofrenia comparten algunos síntomas, los delirios y alucinaciones pertenecen sólo a la esquizofrenia, diferenciando entonces ambas entidades clínicas.
Maleval propone que el problema de la distinción autismo-psicosis debe ser planteada sobre una aproximación de la estructura del sujeto y su evolución clínica. «La constatación de la permanencia estructural del autismo lleva al psicoanálisis a una aprehensión del mismo en forma diferenciado del campo de la psicosis e incluso de las prepsicosis»[ Ídem, pág. 89].
El primer interrogante de la investigación lo constituye la pregunta por ¿cómo establecer las diferencias entre psicosis y autismo desde el psicoanálisis de la orientación lacaniana?
Por otra parte, el autismo se ha venido constituyendo en una causa alrededor de la cual se entabló una batalla en la que el psicoanálisis recibió una virulenta crítica mediática, desencadenándose un fuerte enfrentamiento. A partir de entonces se vienen produciendo elaboraciones teóricas y clínicas desde el psicoanálisis de la orientación lacaniana, que orientan en cuanto a la dimensión clínica y política en relación al autismo.
La problemática del autismo está atravesada en la actualidad por un discurso dominante que valora lo científico, las leyes normativizantes, las clasificaciones. En el campo del autismo, se evidencia esta posición cientificista en los criterios universales para su diagnóstico, en los tratamientos en boga de corte cognitivo-conductual, como así también en las legislaciones vigentes o en proceso de aprobación que en muchos casos barren las diferencias individuales y forcluyen la subjetividad.
El psicoanálisis es interpelado por todo este contexto y estas problemáticas en torno al autismo, lo cual abre a un segundo interrogante en nuestra investigación: ¿Cuál es la propuesta clínica y la posición política que el psicoanálisis de orientación lacaniana puede y debe sostener frente al avance de las neurociencias y «al modo en que los partidarios de una línea cientificista quieren instrumentalizar los resultados obtenidos por la biología y la genética … para invalidar todo abordaje relacional inspirado por el psicoanálisis»[ Laurent, E. (2013). La batalla del autismo. Pág. 13. Grama. Buenos Aires.]?
Bibliografía:
Laurent, Eric (2013). La Batalla del autismo. De la clínica a la política. Grama. Buenos Aires.
Maleval, Jean-Claude (2017). ¿Por qué la hipótesis de una estructura autística? En Estudios sobre autismo II. Grama. Buenos Aires.
Film: “A cielo abierto” de Mariana Otero.
Maleval, Jean-Claude. Teleconferencia «De la estructura autística»