IOM CID San Luis. Seminario Clínico Anual. San Luis “Lo real del amor y la verdad. De un discurso que o sería del semblante”
7ma Clase general “Entre el hombre y la mujer, un imposible” a cargo de Norma Sierra (AP y de la EOL y AMP, integrante de la comisión directiva del CID San Luis.) y Eva Mallea (Practicante del Psicoanálisis e integrante de la comisión directiva del CID San Luis.)
Reseña “ENTRE EL HOMBRE Y LA MUJER, UN IMPOSIBLE”
En esta clase Norma y Eva se proponen realizar un recorrido de los apartados VIII y IX del seminario XVIII “De un discurso que no fuera del semblante” y así, desde una mirada clínica, realizar un análisis de la película “The Lobster”.
La presente reseña tiene como propuesta retomar los interrogantes que surgen a lo largo de la clase, invitando así a la lectura.
Norma considera que estas dos clases son complejas, abren el camino a todo lo que sucede en los próximos seminarios respecto de la función fálica. Son dos clases en las que se explora sobre la lógica y el Discurso del analista. Nos orientará considerando que es necesario tener en cuenta los textos sobre La carta robada, La significación del falo y Tótem y tabú.
Aduce que Lacan comienza la clase diciendo que todo discurso determina funciones. El discurso del analista también determina ciertas funciones, desde donde podría decirse que lo escrito es el goce. Lacan habla de la no relación sexual y se propone producir una escritura. Ya en el seminario XVI nos habla en relación a esto y deja entrever que no se sabe qué es la mujer…
En esta clase se retomarán algunos párrafos de dicho seminario, para comprender un poco más respecto de la no relación sexual, de la posición de hombre y mujer y la nominación activo-pasivo tal como lo concibe Freud.
¿Dónde encontramos la relación sexual? ¿en el deseo? ¿en el goce? ¿en La mujer?
Con estas preguntas Norma nos sitúa diciendo que Lacan en el seminario XVI considera: “que no hay relación sexual se sostiene en que no se sabe qué es la mujer. La mujer tiene domicilio desconocido”.
La mujer puede estar muy bien representando al falo, pero este no tiene ninguna relación con ella como mujer en tanto tal. Aparece así, la primera articulación entre “no hay relación sexual” y “de la mujer nada sabemos”. Lo que falta al conjunto de esta lógica es precisamente el significante sexual. Motivo por el cual en este seminario se propone hacer una escritura lógica de la no relación sexual.
Respecto de la construcción del fantasma en la experiencia del análisis, Norma nos trae que se puede producir la escritura del axioma del fantasma, pero más allá de su atravesamiento, el analizante se va a encontrar con que hay algo que no se puede inscribir, algo que está fuera de sentido. Esta inscripción es lo que se propone Lacan, inscribir que no se puede escribir la relación sexual.
Volveremos a La carta robada y desde ahí se plantea que existe un artefacto, algo irreductible y no mensurable en lo sexual. En este punto quedaría fundado que la relación sexual no puede inscribirse como relación. Desde este texto se intenta dar respuesta al interrogante: ¿Cómo la transmisión de una letra tiene relación con el goce?
En estos apartados del Seminario XVIII Lacan nos “conmina a no omitir nada de lo que se produce en el orden de la lógica”. Y retoma las nociones de la lógica y la matemática para lograr construcciones en relación a las fórmulas de la sexuación, ¿marcando un posible camino a la última enseñanza?
Lacan a partir de introducir la lógica de los cuantificadores va a marcar una diferencia con Aristóteles. Considera que es el particular el que funda el universal. Y no al revés. Tiene que haber uno no castrado (el padre de la horda) para que todos estén castrados.
El hombre es función fálica, en la medida en que es todo hombre, pero esto no es mas que un significante, es decir ese “todohombre”. Y para la mujer es una mujer, no existe toda mujer, por lo tanto, podríamos ver que no hay relación de conjunto, directa de uno con uno en correspondencia. No hay un para todo, de las mujeres, no es universal, sino que es La mujer. No hay un conjunto cerrado de todas las mujeres. Y es a partir de esto que se desprende que no existe el toda mujer, sino que se sitúa una mujer, una por una. Y entre el algún hombre y una mujer está el falo, en relación a uno y no con el otro.
Finaliza la clase con las histéricas. Son ellas quienes respecto de la relación sexual dicen la verdad, la verdad de un fracaso. No hay relación sexual porque el goce femenino está dividido entre goce fálico y el otro goce, ese goce que desborda la función del falo, el que no puede decirse.
Es un punto clave de la función fálica que la mujer encuentre el al menos uno. La histérica quiere conjugar su goce con el saber y lo logra por medio del semblante fálico, por eso se hace una justa causa ¿Busca un amo para al final castrarlo, que dé lo que no tiene?
Ese al menos uno será el punto ternario clave de la función fálica, función inaugural para un discurso que no fuera del semblante, el homoinzin.
Para finalizar el encuentro, la película propuesta por Eva nos permite extraer algunos interrogantes para plantearnos la aplicación en la clínica. En la película se puede observar el constante intento de regular el encuentro entre los seres hablantes, intento que falla cada vez. Entonces ¿Son intentos imaginarios de acortar esta brecha? Y por otro lado ¿Cómo se arma una pareja?
Reseña – Marcela Barcia IOM CID San Luis