VI Semana del Autismo

Reseña de la transmisión en vivo de la Conferencia de Veronique Mariage

El día 25 de agosto, la Antena de San Luis del Observatorio sobre las políticas del autismo de FAPOL en conjunto con el CD San Luis, organizaron la transmisión del Seminario Internacional: “Salidas del autismo. Dispositivos institucionales”, que desde Bogotá dictó Veronique Mariage, en el contexto de la semana del autismo.

Veronique Mariage es miembro de la Escuela de la Causa Freudiana. Forma parte del equipo fundador de «Le Courtil», institución fundada en Bélgica en 1983, donde se trabaja con niños, adolescentes y jóvenes con autismo y psicosis, con la orientación del psicoanálisis lacaniano y la «práctica entre varios».

Del autismo el sujeto no puede salir, pero puede haber ciertos desplazamientos a otras soluciones, con las cuales puede operarse una transformación que haga posible la constitución de cierto lazo social.

La psicoanalista, retoma los desarrollos de Eric Laurent, quien define las psicosis infantiles graves como sujetos completamente estallados, que erran con un cuerpo que parece despedazado, sujetos sin límites y sin bordes. A partir de ellos, se interroga sobre cómo instituir un límite, una cadena singular. Cómo también mezclar significantes y objetos, acciones y modos de hacer, de manera que se pueda constituir un circuito que haga la función de borde y de circuito pulsional en estos sujetos.

Propone de este modo, dar lugar a la heterogeneidad, de todo aquello que pueda constituir al niño psicótico, el juego y los desplazamientos de las palabras, el cuerpo a cuerpo en la interacción con el sujeto.

La propuesta de Mariage consiste así, en acometer un trabajo sostenido en un Significante 1 que reúna y movilice una cadena que permita una relación ajustada a la medida del sujeto. Sobre este punto, surgieron preguntas del público, y de la conversación con Veronique queda la propuesta de seguir investigando, si en los casos de algunas psicosis infantiles que no son autismos, pero sí casos graves en la constitución subjetiva, se podría avanzar en el tratamiento de una defensa autista.

La importancia de la construcción del caso y la lógica de los talleres fueron comentados desde la singularidad de casos abordados desde el dispositivo institucional de Le Courtil, donde, de manera viva nos remite a las experiencias de trabajo del Taller “Semblantes” en el cual ella descubre otro tipo de encuentros sorprendentes con estos sujetos. La construcción de los talleres se va dando paso a paso a partir de los intereses particulares de los intervinientes, en su encuentro con los niños. No sólo según las posibilidades del niño, sino según los intereses de cada uno, niños y adultos. Esto aporta una perspectiva novedosa en relación a cómo es pensado frecuentemente en la educación cuando se trata de seguir los intereses del niño. Por lo tanto, es necesario elaborar la clínica que se produce en el encuentro, en las reuniones clínicas en las que cada uno es solicitado a dar cuenta de su trabajo y de sus preguntas.

La psicoanalista cuenta que el Taller Semblante fue creado a partir del encuentro con dos constataciones. La primera en relación a la pregunta sobre por qué mucho de estos niños no juegan, no desarrollan escenarios imaginarios. Aún, en el caso de que los hubiere, éstos son fijos, repetitivos e inmutables. La segunda, es la observación de que los niños cuando desempeñan un rol, son realmente el personaje que realizan, sin distancia. Es decir, que no logran identificarse de manera imaginaria sino real. Son, entonces, el objeto de identificación sin poder representarse.
El proceso de creación del Taller en Le Courtil, siempre giró en torno a un punto de vacío el cual Mariage ejemplifica con los siguientes interrogantes: Cómo hacer con la agitación de estos niños, con el estallido, con el desbordamiento de goce. Cómo tratar lo real que se precipita estando advertidos de no caer en la rigidez de la demanda y del dominio. Cómo introducir una gramática que permita al sujeto extraerse, con el fin de poder producir un sujeto de la palabra. Cómo introducir lo imaginario allí donde todo es real.

Aparece así, el juego de la actuación o el juego del semblante, en donde se juega a la comedia. Se hace pasar lo trágico o lo real, a lo cómico, bajo la mirada de los espectadores. Participan más o menos 7 niños y 3 intervinientes. Mariage hace el Uno. En el salón destinado a la actividad, se delimitan dos espacios mediante una línea en el suelo. De un lado está la escena en la cual se juega a hacer semblante, por lo tanto es el espacio en donde se mira y del otro lado de la línea, se encuentran los espectadores, espacio en el que son vistos como actores, habilitando así el ser mirado y el que mira.

La psicoanalista describe en relación al Taller, los tres momentos importantes en los que se pone en juego la manera de hacer semblante. Primero: jugar y adivinar la cifra (Mariage anota en un papel una cifra y uno de los niños se ofrece a adivinarla. Si acierta, será elegido para crear y actuar una pequeña escena junto a un interviniente). Segundo: hacer un mimo mientras el resto adivina el significante sobre el cual se sostiene (se realiza en espera de que el niño elegido prepara la escena). Tercero: crear y actuar la pequeña escena. Estos tres momentos y su articulación es lo que posibilita a cada niño autista, hacer semblante y a la vez constituir un borde alrededor del vacío que precipita a ese sujeto en una invasión de goce sin límite.

Es así que las idas y vueltas, subir y bajar del escenario, entrar y salir de escena posibilitan la construcción del semblante, cortándolo de lo real. Se establece una discontinuidad en la continuidad, desprenden un borde por el corte y hacen surgir al sujeto, dándole un cuerpo.
Comparte una reseña sobre el trabajo de Nick, Amina, Rafael y Dino. Mencionaremos el desarrollo de Dino.

Lo define como alguien espectacular, habitado por Spiderman y Octopus, jamás tiene paz. Pasa muchas horas dibujando estos personajes. Acepta la compañía, sin embargo no puede tener ninguna conversación. Cuenta cómo un día se escucha que él habla en los baños: ¡“hay alguien, hay alguien, vengan, abran”!. Al entrar al baño, lo ven aferrado al techo, apoyando sus manos y sus pies sobre los cuatro muros y agregando: “Salvense”. En ese momento él es Spiderman. La intervención fue felicitarlo por haberlo hecho tan bien y por haberlos hecho reír tanto. Así, él puede repetir esa escena, con el fin de encontrar nuevamente el placer de reír en la relación con el otro. Lo que cuenta para el niño a partir de ese momento, dice Mariage, no es que esté identificado a Spiderman, sino de hacer una puesta en escena cómica, con lo cual puede dirigirse a otro.

Dino participa, desde hace mucho tiempo en el Taller. Es muy respetuoso del marco de trabajo, no circula, permanece sentado y parece no interesarse en nada del espectáculo de los otros. Simplemente espera su turno, para participar luego exactamente de la misma manera, cuando sube al escenario. Una vez que da el título en dos palabras incomprensibles, toma el rol del que dirige la escena y el interviniente debe seguir sus órdenes e interpretar ser destituido. Por ejemplo: un músico que equivoca su melodía, un acróbata que se cae en sus piruetas o un payaso que es ridiculizado. Cada vez, el niño marca un suspenso frente a ese momento de caída y espera la risa y aplauso del público haciendo un gran saludo.

En otra ocasión, siendo Veronique su interviniente, se señala con su dedo diciendo “el dentista” y a ella expresando: “dolor en el diente”. Luego de enunciar el título, se precipita en la escena y toma la palabra: “buenos días, siéntese, eleve su cabeza, abra la boca, ¡atención! una inyección. No hay que gritar. ¡Atención! Voy a tirar ¡crac! Y victorioso sostiene como si fuera un trofeo lo extraído.

Mariage grita de dolor. Entonces Dino saluda al público, que se ríe de la pobre Veronique y lo aplauden a él. Ella recuerda que el niño nunca antes había hablado tanto, ni de un modo tan claro.
Sobre el final, relata la última escena en la que participa el niño. Luego de anunciar el título de la escena: “Miedo de un ratón”, se precipita en el escenario y se dirige hacia un pequeño armario. Una vez allí, repite con gran suspenso la mímica de abrir lentamente la puerta del mismo, haciendo semblante de haber visto algo muy inquietante. En ese momento, la interviniente, también se dirige hacia la puerta del armario para abrirla dudosamente. Dino grita: ¡Oh! ¡Allá hay un ratón, tengo miedo! Mariage repite la escena del armario y entonces escucha detrás suyo un gran ruido y hay un gigantesco ratón listo para comerla. De este modo, ella huye de la escena.

Mariage cierra su relato con una puntuación. Dino no habla, siempre está inundado por lalengua que lo parasita. Sin embargo lo cómico se volvió para él por excelencia el modo de relacionarse en la vida. Él intenta producir, el trazo de la ausencia en el Otro, por la vía de una escena donde lo cómico es convocado implicando al cuerpo.

Norma Sierra / Fernanda Casanova / Paula Baldini

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