4ta. Clase general. «Consecuencias Clínicas de la Decadencia de la Función del Padre», a cargo de Walter Capelli (15/8/2020)

Reseña. Consecuencias Clínicas de la Decadencia de la Función del Padre. 4ta. Clase general, a cargo de Walter Capelli, 15 de agosto, 2020.

 

El sábado 15 de agosto tuvimos la cuarta clase general a cargo de Walter Capelli, analista practicante de la EOL y de la AMP. Fue secretario de Carteles en 2018/2019.

Él trabajó el seminario 17: El reverso del Psicoanálisis, de Lacan, particularmente el capítulo X: Conversación en los escalones del Panteón.

Primera parte

El docente comienza comentando que Lacan, con el discurso del amo, le sigue dando forma a lo que trabajó en el seminario sobre La Angustia, y le da a ésta un lugar conceptual en la teoría psicoanalítica. La relaciona con el objeto a en el sentido que la angustia es la vía para llegar al objeto a (plus de goce). El plus implica al mismo tiempo un más y una pérdida, un menos de goce. Es decir que por efecto del lenguaje, hay una pérdida de goce que se trata de encontrar en todo lo que hacemos. Cuando Lacan elabora el concepto de plus de goce refiere a que el capitalismo produce una modificación en las condiciones de goce del sujeto.

Walter nos dice que Lacan, en el seminario sobre La Angustia, habla del  objeto natural que se desprende del cuerpo (objeto oral, anal, mirada y voz). Algo de eso los discursos intentan recuperar en el Otro para cubrir esa pérdida. Entonces, el plus de goce colma algo de esa falta pero nunca se cancela completamente la pérdida de goce. Así, los objetos se multiplican más allá de los objetos naturales; son los objetos de la industria y la cultura, donde el cuerpo encuentra el modo de alimentar su goce y su falta de goce. Son objetos de la imitación del plus de goce.

Lacan sigue trabajando sus ideas sobre la angustia y el objeto a como plus de goce en Radiofonía, en las páginas 435 y 436. Habla del significante que se rebaja al signo, que representa algo para alguien.

El docente señala que los analistas nos encontramos (en la práctica) con un plus de gozar dominante,  vinculado a los objetos de goce, y el analista opera para no hacer consistir el plus de goce. Esto tiene actualidad en la clínica.

En Radiofonía Lacan retoma a Pierce(que tiene una diferencia con la teoría de Saussure –significante/significado no es suficiente- y hace cierta crítica al estructuralismo). El docente recuerda la distinción de Pierce entre ícono, índice y símbolo.

Continúa su lectura de que cuando no hay significante para freír, cuando el significante ha caído en signo, no representa a un sujeto para otro significante si no que representa algo para alguien; por lo cual es difícil la clínica del desciframiento por el lado del signo. Pero, al decir de Lacan, como está advertido del signo pero tiene la teoría del significante, busca detrás del signo alguna cuestión de la división subjetiva.

El signo escuchado en la relación de la angustia con la división subjetiva, puede articularse en un síntoma.

Lacan dice que esto es un efecto del sujeto contemporáneo, del ascenso al cénit social del objeto a; supone la reducción del significante al signo con la angustia concomitante. Formula que el goce está en el lugar del agente, no el significante amo. Es la marca del discurso contemporáneo. Y eso eclipsa al sujeto del inconsciente.

El docente refiere a un artículo de Jacques Alain Miller que da continuidad a esta temática, llamado Una Fantasía; este texto es preparatorio para el congreso de la AMP en Comandatuba, en 2004. Allí Miller retoma el ascenso al cénit social del objeto a como el discurso hipermoderno. El reemplazo del ideal por el objeto, en el lugar del agente, tiene por consecuencia que la inserción social se realiza más por consumición que por identificación, lo cual le da al estilo de vida actual un estilo adictivo. Se impone al sujeto y lo invita a atravesar las identificaciones. Puede ser un modo de empuje a la acción, de pasaje al acto.

Miller advierte allí, que el discurso hipermoderno tiene la misma estructura que el discurso del analista. Pero los cuatro elementos están disyuntos y convergen en el análisis. En el discurso hipermoderno no hay caída de las identificaciones porque el sujeto se desidentifica, sino porque los significantes amo se han pluralizado. Que el objeto a esté en el lugar del agente no quiere decir que nosotros invitamos a los pacientes que hagan del consumo su condición de goce, más bien hay un fracaso en hacer consistir la plenitud del goce. No es lo mismo atravesar las identificaciones que la multiplicación de los S1, donde hay que identificarse con los objetos de consumo, donde hay una manera de saturar lo que fracasa. En análisis uno encuentra qué hacer con eso que fracasa.

Segunda parte

El docente continúa la clase planteando que en los capítulos siguientes Lacan va a desarrollar las relaciones entre el psicoanálisis y la ciencia.

En 1975, cuando Lacan desarrolla las conferenciasen las universidades de Estados Unidos (Massachusetts), introduce la idea de que el psicoanálisis no es discurso de la ciencia, sino que es una práctica que está condicionada por el discurso científico.

Lacan en Los Escritos 2, en su texto llamado “La ciencia y la verdad”, plantea que el cogito cartesiano inaugura el discurso científico. Descartes decía que se puede dudar de todo. De lo único que no se puede dudar es que pienso. Allí viene la frase “pienso, luego existo”.

Entonces, entre un S1 (pienso) y un S2 (existo) se desliga el sujeto. Es un sujeto que aparece y desaparece, vaciado de contenido, de proposiciones, de imagen.Ya no es necesaria la posición subjetiva para acceder a un conocimiento.

El sujeto del psicoanálisis se produce cuando se pronuncia. Está en el intervalo entre S1 y S2. La cuestión es cómo reintroduce el psicoanálisis a ese sujeto vaciado de contenido.

En Radiofonía Lacan dice que la ciencia es una ideología de la supresión del sujeto.

Si bien el psicoanálisis y la ciencia parten del mismo sujeto, se diferencian en que la ciencia no quiere saber nada de él.

El psicoanálisis no aspira a estar dentro de la ciencia pero sí interpela al sujeto que produce la ciencia.

Lacan concluye el escrito diciendo que de la posición de sujeto somos siempre responsables. El psicoanálisis es una especie de terrorismo de la responsabilidad. A ese sujeto de la ciencia, nosotros lo hacemos responsable del saber que produce.

En las conferencias de Estados Unidos, Lacan dice que el psicoanálisis no es una ciencia, es una práctica que se ocupa de un real diferente del real de la ciencia.

El sujeto que trata el psicoanálisis es un sujeto que hace signo de goce; signo de un real que rompe la homeostasis de la vida.

Capelli se pregunta: ¿por qué el psicoanálisis no podría ser considerado una ciencia? En principio porque en la ciencia todo es medible; sería imposible y tonto querer ubicar el psicoanálisis ahí. Por otro lado, el principio de reproductibilidad de la ciencia no es posible en el psicoanálisis (una interpretación vale en ese momento y no se puede reproducir).

Nos recuerda que para Miller el psicoanálisis se ubica en el intersticio de la ciencia.

La clase termina con el intercambio de ideas con los participantes, generándose un espacio de conversación animosa.

Eliana Escudero –  CID San Luis

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